martes, 22 de noviembre de 2011

APIÁDATE DE MI
Puedo escoger mis recuerdos...
y hundirme  en un abismo de hiel hondo y extenso
Donde no llegue ningún aliento.
 Abrumado por el dolor sumergirme en el aire del desencanto.  
Y un viento frió cubra mi corazón.
Me asalta la idea de marcharme como el inerte río que corre cristalino, Imperturbable e indetenible hacia el mar,
 o quizá alzar el vuelo como el gavilán   
y en el aire volcar mi llanto de pena, frustración y desesperación,
 así moverme en un espacio, turbio, ondulante e infinito.
El canto del dolor aturde mis oídos como una aparición del mundo hostil ... 
¡Soy prisionero del dolor!
¡Alguien detenga el relampagueo turbio de mis ojos 
que  con expresión indiferente 
vela toda la noche mis sueños.
Las palabras de amor susurran en mis oídos,  
pero mi lengua se niega a pronunciar palabra de aprecio, 
de amor.
La vergüenza de odiar me ata  el habla y el pensamiento
pero llenaron de hiel y veneno mi corazón que es inútil volver a sentir amor,. 
Si tú lo comprendes señor ven y se mi penitencia… 
Mi bendita penitencia
....La locura ¡bendita cura!...
pues ni la misma muerte   
será un consuelo aunque la anhele; 
pues mis huesos se secarían
 y mi carne amarga no sería alimento para los carroñeros
pues la vomitarían al sentir su amargura.
Ahora señor tu eres mi esperanza y consuelo …
¡abrázame en tu seno y perdona mi rencor,
 consuela mi dolor,
 refresca mi alma
 Me acerco a ti para reclamarte mi corazón,
 corazón que confiado entregue y la ingratitud lo marco.   
Por eso te pido señor... 
¡APIÁDATE DE MI ¡   
tony

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